La portucalaria que quedó vivita y coleando tuvo un buen crecimiento durante el año, ya en invierno la habia podado en parte y ahora, durante febrero, quise limpiarle algunas ramas para ir dándole forma. Las ramas fueron a parar al suelo y en el instante que las recogía para tirarlas una súbita sensación de pesadumbre me invadió.
Porque deshacerme de esas ramas que durante casi un año me habian acompañado. Lo resolví fácil y rápidamente. Corté las ramas dejando poquitas hojas, limpiando el tronco en la parte que iba a plantar, agarré tres macetas que ya tenían tierra (pero no la indicada para esquejes) y asi las planté, cinco esquejes de portucalaria sin técnica, sin la tierra indicada, al sol pleno y a la lluvia también.
Y hoy todos ellos están creciendo, sanos y hacia arriba, claro como crecen comunmente las plantas.
viernes, 20 de marzo de 2009
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