domingo, 27 de julio de 2008

LA MUERTE DE LA PORTUCALARIA

dos portucalarias hace un tiempo, hoy solamente una, cual quedó? seguramente la que ustedes imaginan, la que le presté menos atención;
que paso? exceso de agua, sin ninguna duda, cuando di vuelta la maceta en donde la habia transplantado descubri con mucho asombro que tenia una base que retenia el agua, y nunca me habia dado cuenta de eso
asi que tuve que dar de baja con mucha pena a mi portucalaria a la cual le habia puesto muchas fichas a su favor
pero...
saben que? la que quedo goza de muy buena salud, ya pasó por una primera poda de ramas y su tronco va engrosando y está formando muy lindas ramas, aun es pequña pero vamos para adelante!!!

lunes, 7 de julio de 2008

POLICIALES: SE ACCIDENTO EL BRAQUIQUITO

Ayer domingo, 6/07/08, un vecino mio, también aficionado al bonsai, me llevó hasta Montegrande para conocer el vivero del maestro Roberto Devoto. Como el primer domingo de cada mes recibe consultas de toda persona que se acerque hasta ahi llevé al que considero el ejemplar más viejo de los que tengo, un braquiquito que un viejo amigo me regaló hace muchos años y que según recuerdo provenia de una estadia casi eterna en un cementerio de la Capital Federal.
Roberto Devoto lo atendió con dedicación y le dedicó amables palabras a su estado y a su forma, cosa que tomé de muy buen gusto debido a mi escasa y conocida falta de ortodoxia bonsai. Le cambió la tierra, le realizó una pequeña poda en una de sus ramas y me indicó algunas tareas para realizarle más tarde.
Con mucho cuidado y también una cierta alegría lo traje hasta mi casa, bajé del auto de mi amigo, lo saqué del baúl y lo llevé hasta mi casa, pero cuando mi mujer abrió la puerta salió mi perro a recibirme saltando sobre mi y de tanta alegría hizo que el recién tratado braquiquito aterrizara con toda la energía posible en la vereda.
Primero desazón y después, de rodillas, recogí y puse como pude el arbolito otra vez en la maceta y lo fui cubriendo con la tierra que estaba sobre la bolsa, sobre el suelo, nada quedó como antes, eso seguro. Solo espero una cosa que sobreviva a este trauma tan grande que tuvo en un solo día.
Como se verá para mi, que era la primera vez que mostraba un ejemplar a un maestro no fue un premio sino la ratificación del por qué de lo bizarro de mi estilo.